Atlético por la Gracia de Dios.

Quiero dedicar este blog a mi hermana pequeña Pilar, que está en el Tercer Anfiteatro del Calderón compartiendo grada con muchos de los nuestros. Va por ella. Va por ellos.

miércoles, 3 de julio de 2024

CRONICA DE UNA BODA NO BODA

Este pasado sábado se casó don Sergio Marqués, tío grande y elegante donde los haya. Uno de los participantes en la jornada (vamos a mantenerlo en el ralphnonimato) me ha hecho llegar una crónica de lo allí acontecido. Servidor simplemente se va a limitar a publicar sus líneas; por tanto, cualquier crítica, insulto o denuncia deberá ir dirigida a dicho ralphnónimo.

Desde este modesto casiblog quiero aprovechar la ocasión para desearles, a don Sergio y Señora, lo mejor de lo mejor para el futuro.

MUCHAS FELICIDADES Y FORZA ATLETI SIEMPRE

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Pues allá vamos.

¿Cómo empezar a narrar el enlace matrimonial del Marqués, ser peculiar donde los allá? Qué le vamos hacer. Es como es; a ratos te descojonas con él, al rato siguiente quieres matarlo.

Hará como tres años su ex decide que c’est fini, the end, caput, chao chao, auf Wiedersehen, y el Marqués se nos hunde. Trabajo diario de recuperación (qué bien se ven los toros desde la barrera, o consejos vendo que para mí no tengo) y, después de unos meses de descompresión a base de borracheras y barrigazos, de repente pum, desaparece de nuestro radar, que si la casa, que si el divorcio, que si las niñas, …. Naaaaaaaaa, patrañas. El cangrejo ermitaño, fiel a su propia idiosincrasia, soltó una caracola para meterse en otra: tatuajes a cada cual más estrambótico que el anterior, amor, lujuria, viajes, …. No sólo eso: llega y dice que se casan. ¡Toma tomate!

Dejó radicalmente el Atleti y todo lo que ello conlleva; lo cual, viendo cómo se desarrollaban los acontecimientos, estaba nítido que pasaría. A su nueva relación no terminó de serle sincera con su pasado ultra y el de sus Hermanos, cosa obvia por supuesto. Cosas del amor. Jajajajajá, vaya tela.

De repente nos vemos, deprisa y corriendo, en la boda de segundas nupcias. Y no es una boda, sino un bodorrio por todo lo alto. Qué bonito es el amor, cómo lo hago, cómo entrego las invitaciones, no se quién vendrá, … Y me tiene a mí la cabeza como un bombo.

Le obligo y casi le arrastro de una oreja para que se plante en el gran cumple sorpresa del Beto, en el que íbamos a estar la mayoría de Hermanos, ocasión pintiparada para repartir las invitaciones.

JAJAJAJAJÁ. El descojone fue cuando me viene todo dios a preguntar quiénes son esos otros dos que se casan a la vez y que salen en la invitación (muy bonita, por cierto), que si es una boda doble, que si son dos salones, que si esto, que si lo otro, …. Tremendo, la cara de Don Tomas era un poema.

Bueno, entre la ingesta desmedida de alcohol (unos más que otros) y la exaltación de la amistad, allí todo el mundo confirmó que iba a la boda no boda. Jajajajajá. Según se iba acercando la fecha, la peña, por uno u otro motivo, se iba cayendo de la convocatoria más rápido que Gimenez y Vitolo juntos.

Total, que nos presentamos los cuatro jinetes del apocalipsis. Y ya no sé si es la herencia de Don David en 10 minutos he cambiado de planes 7 veces, he aquí que justo pasa lo siguiente:

·         PLAN A - La Mary, mujer voluntariosa, dice que nos recoge al Gafotas del Lago Ness y al Guaperas de la Villa Viciosa y nos lleva a la boda. Darío Ya no tengo vicios (esto, más delante, se desarrollará tranquilamente), iba desde las Rozas, porque le pillaba cerca.

·         PLAN B - Darío informa que este sábado estaría en Villa la Viciosa. Entonces, la Gran Mary dejaría a su maridito y al gafotas en Villa la Viciosa y los cuatro jinetes del apocalipsis saldríamos al evento.

·         PLAN C - Sábado por la mañana. Darío informa que no está en Villa sino en Menorca (sí, sí; los mundos de Darío), que se va directo al evento. Venga pues plan A otra vez.

·         PLAN D - El maridito informa que la ya no tan Gran Mary se va de compras con su madre y que ahí os quedáis. Jajajajajá, yo me moría.

·         PLAN E - Maxi mira Uber Fuenla, Leganés, Villa, Las Rozas. ¡Preparen las carteras!

·         PLAN F - El plan E es very expensive, pasamos.

·         PLAN G - Ambos dos vendrían en la Boloneta hasta Villa. Uber ida y vuelta y pernoctarían en Villa.

·         PLAN H - Darío llega a tiempo y todos salimos desde Villa.

El viaje fue entre risas y despistes con el navegador. Mil veces me preguntó el gafotas quiénes eran los otros que se casaban, que tenía mucha sed. Así llegamos al recinto, y el gafotas de nuevo a la carga, que dónde es, que si ya hay cerveza, que si vamos al bar. ¡Madre mía, qué pibe!

Una vez tomada una ronda, ya se relajó un poco. O eso parecía. Pero no. Y además ya los otros dos se contagiaron. Joder, aquello parecía un tercer grado, y quién ese ese y quién es el otro, que quién se casa, …. Y así durante todo el evento, ¡qué pesadilla! A ver, había 140 invitados y por parte de Sergio éramos, entre sus padres, los del Eci y nosotros, 12 personas. ¿Cómo quieren estos tres mendrugos que me conozca a los más de cien restantes? Pues eso.

Comienza la Ceremonia. El gafotas erre con erre con lo de su futura mujer. La de veces que le tuve que contar que se casaron la semana antes en Brunete, foto mediante, para ver si así se enteraba. Y a vueltas con que tenía sed.

Y de repente, el maestro de ceremonias suelta en pleno discurso que Sergio tenía un defecto: que es del Atleti. Pufffffffffff, qué mal. Aparte del respectivo abucheo, al calvo le llego su momento cuando me tocaba leer a mí. Tuve que improvisar mi más que sentido discurso para ponerle en su sitio, con educación máxima y saber estar. Si le veo tres horas más tarde, lo mismo ya se encuentra al Gremlins malo. Así que se escondió y no volvió aparecer. En su haber hay que reconocer que cuando acabo la Ceremonia nos puso el himno del Atleti a todo trapo.

Comienza el cóctel y Boloman tuvo que volver a contar su anécdota en la boda de Dani, en la que se quedó sin cenar, ya que lo que él considera cóctel realmente era la cena y se estaba reservando. Me descojonooooooooooo.

 Da comienzo la cena y claro demasiado protocolo. Resulta que había unas bengalas infantiles y, claro, ponía que se encenderían en la tarta. Venga ya. Empecé a encenderlas todas (la reprimenda por parte de los novios no se hizo esperar). Previamente, se esparramó por toda la mesa una mierda de cuencos llenos de sal con velas, menos mal que estaban apagadas. Las caras de los otros comensales de la mesa, que para más guasa eran amigos de la otra boda, era de dónde han salido éstos. Añádase la presentación de Darío, con toda su fanfarria y eso que todavía no había mandado el mensaje por wasap HOLA y ubicación, y ya está sin más, y servicio a domicilio de la hamburguesería POLLOS HERMANOS fiel a su cita.

A todo esto, Boloman toda la cena con su ya clásico esto esta frio. ¡Joder, si lo soltó hasta con la tarta helada! ¡Madre míaaaaaaa!

Baile, copas, más baile y más copas, hasta que alguien decide que había que hacer algo con las letras con luces de las iniciales de los novios. Jajajajajá, la foto con las SS y el brazo en alto es una más de la de miles de batallitas que contaremos a menudo. La cara de los invitados que estaban presentes en el jardín de no entender nada, pensado qué hacían aquellos cuatro, lo decía todo.

Termina el festejo, apuramos la ronda final y, como siempre, todo se acaba cuando estas más arriba, todo un clásico. Ya no quedaba nadie en el hotel y los cuatro héroes que manteníamos el tipo y la reputación en busca del baño y la salida (para irnos, que les veo venir), nos despistamos y entramos en unas cocinas gigantes limpias como la patena. De repente ante nosotros, como Ragnar Lodbrok ante el Valhalla o las mismísimas minas del Rey Salomon, una estantería gigante llena a reventar de botellas de todo tipo de espirituosos de 40º. Yo no daba crédito, el zorro en el gallinero.

El primer arranque era arrasar con todo lo que abarcaran nuestros brazos, pero creo que alguien con criterio puso orden ante tal desafío y solo se pilló lo justo y necesario para continuar en mi casa.

La vuelta en el Dariomobil ni la recuerdo. Sólo sé que llegamos sanos y salvos (no es un farol, Darío conduce mejor mamado que sereno). Cuando mi hijo mayor nos ve aparecer no daba crédito: más copas, más voces, más gritos, …. Total, para lo que me queda en el convento ….

Boloman se acuesta, Darío se va donde su Madre, y el Maxi y yo nos quedamos un rato más arreglando el mundo. Se rememoró el 20 aniversario de mi boda como se debía, con la katana de Hattori Hanzo, recordando cuando Nacho abrió la puerta a mi Padre, que nos tenía que llevar de viaje de novios, y estos dos sinvergüenzas seguían allí. Jajajajajá, qué grandes momentos.

Maxi decide irse en Uber ya de buena mañana. Me acuesto y al rato aparece el Teto y me pregunta que dónde está el Maxi. Jajajajajá, creo que no le podía ni responder. Un rato después, ducha, desayuno, recogida de los Dalton pequeños por las distintas casas en las que estaban repartidos y para el páramo a seguir festejando algo muy, muy importante: la vuelta de lo que nos quitaron. Por cierto, vaya fiestón había.

Del Marques nada más se supo ni se sabrá. Pero aquí seguiremos por si nos vuelve a necesitar.

lunes, 29 de enero de 2024

DE AHORA EN MÁS: VAMOS A SALIR CAMPEÓN



La Copa es una competición que tradicionalmente gustaba mucho al Aficionado Atlético. Hasta hace unos años nos la tomábamos en serio, si puede decirse así. Creo recordar que, hasta aquel año que nos eliminó el Albacete (curiosamente, supuso la bendición de la Llegada), éramos el equipo que menos veces había caído contra un rival de inferior categoría (Basconia y Rayo Vallecano).

En los últimos tiempos, en cambio, la hemos dejado un poco de lado. Desde que ganamos la final de 2013 al madri$ en el cuernódromo (como siempre se ha hecho allí), apenas hemos pisado un par de semifinales. Otra competición más fresita ha robado nuestro corazón copero a cambio de mucho dinero y no pocos sinsabores.

Con la liga perdida, parece que este año se ha apostado todo a la Copa. Tras eliminar al Lugo, que lo puso complicadísimo, el sorteo nos emparejó con los otro$. Un partido no menos duro que el de los gallegos, ¡por fin disputado en el Metropolitano!, nos llevó a esta eliminatoria de cuartos, también en casa, que nos ha recordado lo que es de verdad y lo que nos gusta este Torneo (así, con mayúsculas).

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En las vísperas de Partido gordo, y a pesar de la situación del Sevilla éste lo era, todos solemos sacar lo mejor de nuestro repertorio, con el estómago literalmente encogido todo el puñetero día. Así, madrugar cuesta menos que otros días y salimos de casa ya engalanados para la ocasión. Vamos subiendo canciones motivacionales para ponernos en tensión (Raining Blood, de Slayer, fue mi apuesta para la fecha). También completamos un desayuno más especial de lo normal, donde no pueden faltar, mínimo, un par de porras (o unos churros). Asimismo, se abrevian comidas y reuniones, pues no hay tiempo que perder. Y todo el día con los nervios a flor de piel, pidiendo la hora de salir desde el Ángelus de mediodía en oficinas, talleres, aulas o domicilios.

(Un horrible accidente nos encogió a todos el corazón y supuso un bajonazo tremendo en el día. No obstante, había que seguir. Por Nosotros y por Ellos).

Había que estar pronto para disfrutar de la previa. Muchos de ustedes saben que no he sido muy de previas. Un buen pospartido, en cambio, sí me ha motivado siempre. Y me sigue motivando, ojo. Pero, de un tiempo a esta parte, unos sujetos de Alcorcón y alrededores (y no tan alrededores) me tienen secuestrado las horas previas al partido. Un cubo, unas cervezas, algún pitillo y un poco de palique hacen más ¿entretenida? la espera, con situaciones hilarantes por momentos. (Se les quiere, Señores).

La previa fue un poco más breve de lo normal. Por una vez, y sin que sirva de precedente, se tenía que intentar entrar pronto. Antes, eso sí, había que saludar a todos los Camaradas que apuraban sus cervezas en la locura del Bendita (por supuesto, también se les quiere, Señores). En fin, que se volvió a entrar sobre la hora. Una vez más.

Una cosa, si me permiten. Me parece muy bien lo de los recibimientos y tal. Bengalas y botes de humo dan un colorido espectacular al momento de la llegada del Equipo. Pero si no se controla, supone un esfuerzo, creo, innecesario. Donde hay que animar al máximo es en el Partido, que veo a muchos desgañitándose entregados en la previa y muertos después en la Grada. Denle una vuelta.

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Tras un minuto de silencio sobrecogedor, comenzó el partido. Ambos equipos salieron a guardar la ropa, porque lo de nadar se antojaba complicado. El planteamiento del Sevilla fue magnífico. Cada uno juega con las armas que tiene y/o quiere, y no hay por qué hacer un drama o criticarlo, cosa que se hace sistemáticamente con el Atlético, ora porque somos defensivos, ora porque descuidamos la defensa. El Sevilla controló esos primeros momentos a la perfección, teniendo la pelota, mareándola, mientras aparecía alguna ocasión. Y casi la tuvieron en un error en la salida de balón. El Atlético, mientras, se tomaba el partido con calma, sabedor de que lo primero era el control de juego, que no la posesión. Una acción aislada, con Molina rompiendo, supuso un penalti muy claro que hasta el ¿inestable? Gil Manzano, ¡SORPRESA!, se vio obligado a señalar. Un inoportuno resbalón (¿y cuándo son oportunos?, se preguntarían, por ejemplo, Hugo Sánchez y, sobre todo, John Terry) de Antoine mando el balón a Pueblo Nuevo. Curiosamente, esta fatalidad fue como un toque de corneta para Equipo y Grada y el Atlético comenzó a dominar, también el balón, metiendo atrás a unos visitantes que, tampoco nos engañemos, se encontraban muy cómodos. Y así se llegó al intermedio.

La vuelta trajo a un Atlético aún más dominador. A pesar de no ser su mejor partido, Griezmann rondó el gol. Una chilena suya, fantástica, salió alta por muy poco. A la hora de encuentro Simeone nos paró el corazón con un doble cambio inexplicable. Ángel Correa y Memphis salieron por ¡Morata y Antoine! Todos imaginábamos que los sustituidos estaban reventados, pero muchos vimos la cosa en chino. El partido se abrió un poco y llegó alguna ocasión más o menos clara. Memphis consiguió marcar pero la linier levantó el banderín y la banda del VAR lo confirmó. También dio un susto, y grande, el Sevilla en un remate, en el área pequeña, que salió a Torre Arias. El partido estaba decidiéndose. Un gol mandaría al rival a casa.

Una inmensa jugada de Correa, combinación perfecta de clase, coraje y corazón (lo que es Angelito), terminó en sublime asistencia a Memphis, que anotó el gol, a la postre, decisivo. El Calderón explotó. Perdón, el Metropolitano. ¡Ojo, Señores, Correa y Memphis! Memphis y Correa! Perdón, Diego Pablo; lo que realmente es inexplicable es que alguien pueda/podamos dudar.

Hasta el final del partido no debería pasar nada más y así fue hasta el último minuto de descuento.

Mi compadre Rubén estuvo toda la segunda parte diciendo que debíamos evitar cualquier contacto en el área, ya que el ínclito Gil Manzano estaba como loco por pitar uno. No se equivocó. Un error, esa manía de tener últimamente que sacar todo balón jugado, supuso una pérdida en zona de riesgo y balón dentro, que queda dividido entra Barrios y Lamela. Pablo arriesga infinito y el sevillista cae. El ínclito marca penalti. Adiós. Otra puta prórroga.

Hete aquí que el VAR llama al pitero. La conversación fue, más o menos, así:

VAR- Troooonco. Para, para, no te vengas arriba que no hay penalti ni de coña.

J.G.M.- Venga, coño. Like a cathedral of Burgos.

VAR- Que no coño, en serio, que vamos a tener una movida de flipar si lo pitas.

J.G.M.- No me hagas esto, joder, que ando moscatel con el Atleti por lo del jueves pasado.

VAR- Tú mismo. Pero a ti te van a crujir y a mí a crucificar.

J.G.M.- ¿Y qué hacemos?

VAR- Tronco, tú haz lo que veas, pero a mi no me metas. Ve a revisar la jugada, pita penalti si te sale de los cojones y te comes tú solito el marrón.

J.G.M.- Venga, va. Voy, veo y pito. Como Julio César.

VAR- (Este tío es tonto).

J.G.M.- Hostia, tú, que no hay penalti, que el del Atleti toca balón.

VAR- Te lo estoy diciendo.

J.G.M.- Pues mi gozo en un pozo, porque como lo pite me mandan a Tercera Regional.

VAR- (Este tío es tonto).

J.G.M.- Pues no voy a pitarlo. Yo, como los de Media Markt, no soy tonto.

VAR- Di que sí, chaval. (Este tío es muuuuy tonto).

La corrección supuso una especie de segundo gol del Atleti e inmediatamente después se llegó al final. Júbilo y celebración. Estábamos en semifinales.

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Cuando la noche de Madrid se tiñe de rojiblanco, la ciudad más bonita del mundo es aún más bonita. Y, tras el partido, Madrid se puso guapísima para quedar con su Atleti y salir a bailar.

Y quizá no salgamos campeones. La semifinal va a ser durísima. Lo que está claro es que ya nos hemos tomado alguna noche a cuenta. Por lo que pueda pasar, que nos quiten lo bailado.

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Esta crónica va dedicada a los tres Sevillistas fallecidos el jueves viniendo a Madrid. Todas mis condolencias para familiares, amigos y aficionados del Sevilla.

Descansen En Paz.