Vamos a (intentar) hacer un resumen de la histórica campaña recién terminada. Una campaña que, en la modesta opinión del irresponsable autor de este casiblog, ha sido la mejor de toda la Historia del Atlético de Madrid. En esta temporada se han jugado todos los partidos que podían haberse jugado salvo la final de Copa; pero no sólo eso, se ha competido en todos y cada uno de los mismos (salvo, quizá, en la vuelta de semifinales en Copa). Han sido 2 partidos de la Supercopa de España, 38 partidos de Liga, 8 partidos de Copa y 13 partidos de Champions. 61 partidos para un total de 42 victorias, 12 empates y 7 derrotas. Me atrevo a decir que no ha habido equipo en Europa que haya jugado más partidos salvo, quizá, Bayern o Benfica. Todo esto en la cancha. En la Grada han sido 61 finales en las que, viaje a viaje, cántico a cántico, cerveza a cerveza, pitillo a pitillo, hemos llegado al final tan extenuados (o más) que nuestros bravos jugadores. El partido a partido del Cholo Simeone decidimos aplicarlo a nuestra vida cotidiana y, haciendo malabares, hipotecando días de vacaciones, cambiando horarios, …, supimos estar las más de las veces con los nuestros. Como nos pidió el Cholo, agarramos la bolsa y fuimos a la Cancha, cogimos el auto y fuimos de vacaciones allá donde jugó el Equipo. Alentamos y alentamos, sin desmayar, a un Equipo que siempre estuvo a la altura (y en ocasiones, incluso, la superó) de su Afición.
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Liga
Nada hacía presagiar a mediados de agosto que este Equipo pudiera competir hasta el final con bar$a y madri$. Todos nos conformábamos con competir como la temporada anterior y llegar, si acaso, un poco más lejos. Sabíamos que no nos iba a llegar, pero tener posibilidades hasta entrado el último cuarto del año lo hubiera firmado todo el mundo. Lo único obligatorio era asegurar la clasificación para la Champions de la temporada siguiente y pelear cada partido.
Y en esto que empezó la temporada muy bien. Ocho victorias iniciales nos situaron junto al bar$a, pero la derrota en Cornellá hizo ver a los estudiosos periodistas deportivos de este país que el Atlético era sólo un globo que empezaría a deshincharse para perder todas las opciones en enero. A pesar de este tremendo e irreparable traspiés, se cerró la primera vuelta cediendo únicamente dos empates. Una primera vuelta impecable (16 triunfos, 2 empates y 1 derrota) no nos permitía encabezar la clasificación, estando ésta liderada por los azulgrana. El Atlético “sólo” era colíder.
Esta primera vuelta nos mostró un Atlético muy sólido en todos los aspectos. Se jugaron muy bien muchos partidos y, en los que se jugó peor, se demostró gran seriedad y competitividad.
Empezó la segunda vuelta de una manera un tanto irregular. El Atlético estaba compitiendo en Copa (sorteo durísimo) y apenas le daba para no perder comba en Liga. Dos derrotas en Almería y Pamplona (único mal partido del año) hicieron que la prensa deportiva nos mostrara acertadamente que el Atlético había dicho adiós a la competición ya que se situó tercero a tres puntos del madri$. La visita de éstos al Vicente Calderón serviría para rematar las ilusiones colchoneras. Y la verdad que tanto madri$ como árbitro hicieron todo lo posible, pero el Atlético no se dejó y sacó un punto (escaso para sus merecimientos) que a la postre sería decisivo. Cuatro victorias seguidas hicieron que el Atlético se presentara al mando de la clasificación en el último cuarto de Liga.
Y aquí llegó el “Partido”. Nuevo San Mamés. El partido de la Liga. Un gran Atlético, el mejor del año, remontó majestuosamente el gol tempranero de los vizcaínos. Una oda al fútbol, a la garra, al compromiso, fueron esos noventa minutos de fútbol total entre dos equipos grandiosos. Athletic y Atlético firmaron ese día el mejor partido de la temporada. Y ahí ganó el Atlético la Liga. El pero fue que Diego Costa comenzó a renquear, tras coz brutal de un defensor bilbaíno, no recuperándose totalmente en toda la recta final.
A Bilbao le siguieron otras cuatro victorias y un pequeño colchón de cuatro puntos sobre el bar$a y siete sobre el madri$ (con un partido aplazado, sólo Dios sabe por qué). Todavía quedaban tres partidos.
El primero fue en Valencia contra el Levante, después de conquistar el pase a la final de Champions en Stamford Bridge. Una grada rojiblanca no pudo saborear una victoria que se antojaba definitiva. El Atlético empezaba a dar síntomas de agotamiento. El bar$a se ponía a tres puntos y el madri$ se confirmaba como campeón de Liga según los medios deportivos (aunque tras recuperar el partido aplazado quedara a cuatro puntos).
La primera oportunidad para cantar el alirón llegaría contra el Málaga. Se tuvo y se pudo hacer, pero un rocoso conjunto andaluz impidió la proeza. Resultaba emocionante ver un Atlético sin apenas piernas intentarlo una y otra vez, no pudiendo sobrepasar a un excelente portero. Adrián lo pudo hacer en el descuento, pero Caballero lo impidió. El Atlético había perdido definitivamente la liga a manos del bar$a (que había empatado en Elche) mientras que el madri$ se despidió en Balaídos.
A pesar de las acertadas premoniciones periodísticas, el Atlético se presentó en Barcelona dispuesto a no tirar por la borda el esfuerzo de 37 jornadas. Se plantó bien en el Camp Nou, pero fue encajando un golpe tras otro hasta el descanso: lesión de Diego Costa, lesión de Arda, gol de Alexis, …. En los últimos diez minutos de la primera parte el Equipo estuvo a merced de un bar$a que se relamía ante un campeonato que se le presentaba en bandeja. Muchos aficionados dejamos de creer en este período (yo confieso ante Dios Padre Todopoderoso que he pecado, pues dejé de creer durante esos diez minutos). Nadie sabe cómo, Equipo y Afición se recompusieron en el descanso y salió el Atlético dispuesto a vencer al precio que fuere. Un palo de Villa supuso un nuevo golpe, pero de inmediato un gran Diego Godín cabeceó para lograr el empate. Todavía quedaban 40 minutos, pero el Atlético los jugó con mucha cabeza y apenas concedió ocasiones a los culé$. El pitido final trajo nuestro décimo título de Liga y los consiguientes y merecidos festejos. Madrid, vestidita de rojiblanco, como le gusta, se echó a la calle para beberse la noche.
Partido a partido hasta la victoria final.
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Champions League
Casi todos pensábamos en que era más fácil hacer un buen año en Europa que ganar la desigual e injusta Liga española. ¿Y qué era un buen año? ¿Unos cuartos, peleándolos a muerte? ¿Llegar a semifinales?
El sorteo de grupos, no estando en el primer bombo, se presentó amable y nos enfrentó a Oporto, Zenit de San Petersburgo y Austria de Viena. Con cinco victorias y un empate se encabezó con suficiencia el grupo, permitiendo jugar la vuelta de locales en el cruce de octavos.
Este cruce nos emparejaría con un Grande en horas bajas: el AC Milán. Sabedores de que los italianos habían jugado este cruce decenas de veces, debía afrontarse la eliminatoria con el respeto debido. La ida en Milán fue muy dura. A ellos sólo les quedaba Europa para salvar una campaña desastrosa y nos pasaron por encima durante la primera parte, que salvamos, ¡Courtois sabe cómo!, con el marcador inicial. En la reanudación fueron perdiendo fuelle los milanistas hasta que Diego Costa consiguió el 0-1 que, sin hacer justicia del todo, nos daba ventaja.
La vuelta en el Vicente Calderón supuso el mayor ambiente que, hasta la fecha, servidor jamás había vivido. Campo y aledaños estaban atestados de gente. Algo gordo estaba por pasar. Y pasó. El 4-1 conseguido, con más esfuerzo del reflejado en el marcador, clasificó para cuartos de final al Atlético, que empezaba a ser mirado con cierto respeto por el resto de clasificados. Evidentemente ya no éramos la perita que quería un tal Muntari en el sorteo anterior.
El sorteo de cuartos no fue amable y deparó un nuevo cruce contra el bar$a. ¡Hasta seis veces íbamos a enfrentar a los azulgrana esta temporada! La ida se jugó en el Camp Nou. Un Atlético perfecto tácticamente impidió cualquier intento azulgrana en la primera parte. Por el camino se rompió Diego Costa, pero el Equipo aguantaba bien. A los diez minutos de la reanudación Diego Ribas marcó un golazo para el recuerdo. De ahí al final el partido fue un monólogo azulgrana. El empate final dejaba la vuelta abierta. Pero ésta sería en nuestra casa. Con nuestra Afición.
El ambiente de la ronda anterior se superó con creces en ésta. Fue algo inenarrable. Y el Atlético salió a honrar a su Gente. La primera media hora fue increíble. Un vendaval de juego desarmó por completo a los culé$ y sólo la mala suerte (tres palos) impidió una pronta sentencia. Koke puso el 1-0 que daba ventaja en la eliminatoria, pero los teníamos demasiado cerca en el marcador. Apenas un par de sustos no impidieron una clasificación, más que merecida, para ¡semifinales!
Por fin fue benévolo un sorteo y las semifinales nos trajeron al Chelsea. La ida se jugó en un Vicente Calderón repleto, pero algo angustiado por momentos. El Chelsea fue un frontón durante todo el partido. Pero cada uno juega con sus armas y los Blues sabían que si jugaban un partido abierto (como hicieron en París) se les escaparía la posibilidad de pelear por la final. Sabedores de sus armas, presentaron esquema ultradefensivo, ante el que el Atlético se atascó. ¿Quién salió beneficiado? Yo creo que el Chelsea no. En el fútbol de hoy en día el 0-0 es un muy buen resultado para jugarse la vuelta de visitante.
Y así nos presentamos en Stamford Bridge. Y nos presentamos con todo: con el Equipo y con la Afición, que superó ampliamente a la rival durante todo el partido. El Equipo salió a por el encuentro, pero nuevamente el poste fue cruel con los Nuestros. La cosa estaba abierta con un Atlético que se veía (y se sabía) superior, pero había que plasmarlo. Y fueron ellos los que se adelantaron con gol de nuestro Fernando Torres. Poco después empató Adrián con un espinillazo que recordó al de Rubén Cano en el Pequeño Maracaná de Belgrado. La eliminatoria era rojiblanca al descanso.
En la reanudación salió desatado el Atlético dispuesto a sentenciar la eliminatoria. Dos goles de Diego Costa y Arda Turan permitieron a la Afición disfrutar de la clasificación para la final el último cuarto de hora. Stamford Bridge y Europa caían rendidos ante un Equipo y una Afición inigualables.
En Lisboa se hizo todo lo que se pudo y más. Jugadores y Afición hicieron más de lo que sus fuerzas les permitían, pero no pudo ser. La Afición bailó a la madridi$ta como se sabía. En la cancha sólo la inferioridad física impidió que nos alzáramos con el trofeo. Dios mediante, lo haremos el año que viene en Berlín.
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Copa del Rey
La Copa del Rey se preparó concienzudamente para que bar$a y madri$ disputaran la final. Y así se arregló el sorteo desde el principio.
El primer emparejamiento trajo como rival al Sant Andreu. ¿Hay justicia en una eliminatoria en la que el rival más débil deba jugar la vuelta como visitante? La Copa debe mejorarse (partido único con sorteo de campo) para hacerse más atractiva y dar más posibilidades a todos. Pero como interesa lo que interesa …. El Atlético pasó sin problemas.
Lo gordo venía en las dos eliminatorias siguientes: Valencia y Athletic. Dos eliminatorias muy igualadas y que supondrían mucho desgaste.
Con el Valencia se jugó un partido durísimo en Mestalla. Tras el 0-1 de Raúl García, los valencianos se lanzaron con todo a por un empate que llegó de forma merecida en el descuento. Un gran Courtois impidió un peor resultado.
En el Calderón se jugó un partido muy abierto, con ocasiones varias para los dos bandos. El 2-0 final no reflejó lo igualado del partido y de la eliminatoria. El héroe de la misma fue Courtois sin ningún género de dudas.
En cuartos tocaba un Athletic pletórico de forma y que veía en la Copa la posibilidad de luchar por algún título. En la ida, en un partido de mucha intensidad y desgaste, el Atlético se mostró bastante superior al rival, pero el gol de Godín no permitiría ir relajados a Bilbao.
En el Nuevo San Mamés el Atlético pasó los peores 45 minutos de la temporada. Bien es cierto que Diego Costa pudo haber cerrado la eliminatoria nada más comenzar, pero sería nuevamente Courtois el que mantendría al Equipo con vida hasta el descanso. No pudo evitar que Aduriz marcara el 1-0, pero sí que adquirieran ventaja en el emparejamiento. La peor noticia vino con lesión de Filipe Luis.
Tras el descanso salió un Atlético dominante que, tras un par de ocasiones, igualó el marcador. Hasta el final apenas se pasaron apuros, zanjándose la eliminatoria con un postrero gol de Diego Costa. El 1-2 final supuso la primera victoria visitante en el Nuevo San Mamés.
Eliminatoria magnífica la disputada entre ambos equipos, la verdad. Una pena que no fuera en la final del torneo.
En semifinales esperaba el madri$, al que el sorteo sorprendentemente le había deparado un camino menos espinoso.
En la ida se presentó el Atlético como favorito, disfrazándose el madri$ de Atlético. Mordieron más que nosotros, lucharon más que nosotros y, ¡cómo no!, tuvieron más suerte que nosotros. Dos de sus goles vinieron de rechaces a disparos que iban al córner. Fueron, eso sí, superiores tras el 1-0 y sentenciaron la eliminatoria.
La vuelta fue un mero trámite y así lo afrontó un Equipo ya muy saturado por esas fechas.
La duda que yo creo nos dejó a todos el torneo es si no debiéramos haberlo afrontado de otro modo. Quizá no haber tirado la Copa, pero sí haber dado más minutos a los no habituales. La Copa supuso cinco partidos de gran desgaste en menos de un mes ante un rival que, ya se sabía, iba a presentarse mucho más descansado. Cosas de los sorteos arreglados. Eso sí, si así lo quiere el Cholo, así lo aceptamos todos.
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Supercopa de España
La temporada empezó con el habitual enfrentamiento entre los campeones de Liga y Copa de la campaña anterior. Atlético y bar$a midieron sus dos plantillas en plena pretemporada. La ida se celebró en un Vicente Calderón abarrotado. Un buen Atlético superó a unos azulgranas que apenas inquietaron a Courtois. Un golazo, su primer gol con la Rojiblanca, de Villa fue contrarrestado en la segunda por otro de un bar$a bastante romo todo la noche.
En el partido de vuelta, el Atlético empezó mandando, pero un gran Víctor Valdés impidió que se adelantara en la eliminatoria. En la segunda parte el bar$a dominó y tuvo ocasiones más claras, penalti marrado entre otras, pero el marcador no se movería, quedando el título en el Camp Nou.
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Los Héroes
1-Aranzubía.
2-Godín.
3-Filipe Luis.
4-Mario.
5-Tiago.
6-Koke.
7-Adrián.
8-Raúl García.
9-Villa.
10-Arda Turan.
11-Christian Rodríguez.
12-Alderweireld.
13-Courtois.
14-Gabi.
17-Manquillo.
18-Giménez.
19-Diego Costa.
20-Juanfran.
21-Diego.
22-Insúa.
23-Miranda.
24-Sosa.
También participaron: Bono, Guilavogui, Óliver Torres, Leo Baptistão, Carlos Ramos y Héctor.
Entrenador-Diego Pablo Simeone.
Segundo entrenador-Germán Burgos.
Preparador físico-Óscar Ortega.
AFICIÓN.
Muchas gracias a todos por una campaña para el recuerdo.
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El futuro
El hacer las cosas bien suele dar sus frutos y el Atlético lo está haciendo francamente bien los últimos años. La base consiste en mantener lo bueno supliendo las pocas marchas ¿necesarias? por recambios de garantías. No vamos a volvernos locos con quiénes se van (según los siempre acertados periodistas deportivos todos) y quiénes se quedan. Mejor centrémonos en trabajar y mejorar el auténtico equipazo que tenemos. Eso sí, por Courtois hay que hacer el máximo esfuerzo.
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Y éste ha sido el resumen, personal e intransferible, de la campaña. No quiero dejar de dar las gracias a toda mi Familia y a todos mis Hermanos por compartir una temporada apasionante. Gracias también a la FAmilia por todo su empuje y dedicación. Gracias a la gente del Cristóbal por aguantarnos cada quince días.
Y, sobre todo, gracias, Dios mío, por bendecirnos con el mayor título de todos: el de seguidores del Atlético de Madrid.
1 comentario:
El Atlético de Madrid es mi equipo favorito, yo era un gran fan de ellos,
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