Vamos a escribir sobre una tontería, el derby. O mejor
dicho, vamos a escribir una tontería sobre el derby.
Antes de empezar, les advierto que los años y Simeone me han
hecho ver este partido como comencé a verlo de niño. Pasen y lean. A ver si soy
capaz de explicarme.
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Servidor comenzó a ir al Estadio Vicente Calderón a mediados
de los setenta, ya que, al contrario que la inmensa mayoría de todos ustedes,
uno no nació Atlético; o, al menos, en la acepción de Atlético que
tienen/tenemos todos. Sólo sentía, si acaso, una simpatía muy superficial. Con
el tiempo, con un gol de José Eulogio Gárate al Zaragoza y con las visitas de crío a casa de mi tío Luciano, en Cuatro
Caminos, empecé a ver la luz. La Pasión comenzó a abrirse en mí y en julio de
1.977 me hicieron socio del Atlético de Madrid. Y hasta hoy.
En aquellos tiempos de EGB, contrariamente (parece que estoy
en modo anti-todo, nada más lejos) a lo que cuentan muchos de ustedes, en mi
aula nos movíamos en empate técnico. En un aula de cuarenta niños (Colegio
Público), veinte eran de los otro$, uno del bar$a, uno del Granada y dieciocho
del Atlético (aproximadamente). ¡Y la de peleas que hubo por este motivo!
Realmente, el único objetivo era zumbarse, no se crean. Y si el lunes solía ser
por fútbol, el martes nos cascábamos fachas contra rojos, el miércoles (la más
encarnizada) los que comíamos en casa contra los cabrones que comían en el
comedor, …. De tal manera que te podías zurrar un día con tu mejor amigo del
Atlético, de tu misma cuerda política, pero que cometía el delito de quedarse
al come.
Vamos, que me lío. En aquellos tiempos el derby era poco más
que un partido más. Los objetivos del Equipo eran mayores que conformarse con ganarl el
mismo. Sí es cierto que era día de lleno hasta la bandera. Sin consultar las
estadísticas, voy a hablar siempre desde la memoria y/o percepción, en los setenta el balance de
enfrentamientos fue muy equilibrado.
En los ochenta (con todo lo que se diga, deportivamente fue
una década mala) los otro$ comenzaron a distanciarse en estos enfrentamientos.
Nos empezó a costar ganarles en el Calderón, pero conseguimos un par de
goleadas en su campo. Golear parecía ser la única manera de ganarles; porque cuando la
cosa estaba ajustada, siempre sucedía algo (como antes, como después).
Los noventa no empezaron mal, se les ganó una Copa
memorable, pero después comenzaron a torcerse las cosas y se nos hacía
un mundo ganarles. Ni en la Liga del Doblete fuimos capaces de hacerlo.
Curiosamente, la temporada del descenso sí fuimos capaces de hacerlo, además,
en su campo.
Después, y hasta la Llegada, ya no habría prácticamente
derby. Era un día tan desagradable para el que intenta juntar estas letras, que
dejó de ir al Estado en este partido. El Equipo dejó de pelear, independientemente de
la diferencia deportiva. Por otra parte había que cuidar a un par de Niños
(abonados desde que nacieron, pero que no iban a este partido) y tenía que
alternarme con mi Señora. En el sorteo de partidos de pretemporada, servidor se
lo cedía galante y tramposamente. Y fue mucho tiempo, demasiado, en el que estuvo sin competir. Siempre solían ser mejores y, cuando no, sucedía un milagro
(vestido de negro) que echaba al traste todo el trabajo, toda la ilusión.
Entonces se produjo la Llegada. De no competir, se pasó a
disputar con todas este partido. Ahora, los que empiezan a estar frustrados (en
Liga) son ello$, a pesar de nuestras durísimas caídas en Champions. Se compite,
como mínimo, de tú a tú. Se va al campo a ganar, pero a ganar de verdad. Por
fin hemos vuelto a aquellos tiempos donde el derby era poco más que un partido
más. Porque, afortunadamente, nuestra final es el siguiente partido.
Si recuerdan ustedes (y si no, se van unas cuantas líneas
más arriba), les hablaba de unos Niños. Sí, son los que presiden este
casiblog, los míos. Aunque ya estuvieron en Tallin, donde debutaron ante los
otro$, éste que viene será su primer derby liguero. No sé quién está más
ilusionado, si ellos o yo. Lo que sí les puedo asegurar es que me emociona
mucho más llevarles el sábado que ganar el partido. Aunque, para que la tarde
sea completa, a ver si somos capaces de ganarles y seguir compitiendo esta Liga
al bar$a.
FORZA ATLETI SIEMPRE.
3 comentarios:
Un honor leerle, Don Pablo:
El último derbi que vi yo en directo fue el de la Final de la Supercopa que les ganamos en el Calderón. Después (ya sabe mis especiales condicionantes) no he vuelto a estar in-situ ... hasta mañana mismo. Y sí, estoy extrañamente relajado, cosa que va muy poco con mi persona. Mi otro yo pesimista (que todo buen Atlético tenemos, y lo sabes) sigue estando ahí, sin embargo, probablemente, desde que nací. Pero, eso es cierto, contemplo la imagen del protagonista de "la Llegada", y todo cambia para bien, así que, lo principal, que sus nenes disfruten a tope, que les sigamos dando lecciones magistrales desde la grada, y, por supuesto, que ganemos, solo faltaba. A pesar del tremendismo habitual de esta hinchada nuestra, usted lo sabe, yo lo sé ... Aún no hay nada perdido. Ni mucho menos. Fuerte Abrazo.
Ni mucho menos.
Abrazo de gol en derby.
Hasta ahora, el nivel más alto de fútbol en el mismo derbi de la ciudad que se ha producido es la final de la UEFA Champions League 2013-14 y la final de la UEFA Champions League 2015-16. Real Madrid y Atlético de Madrid se enfrentan. La Champions League se considera la máxima competición de clubes y el derbi aparece en la cima de la Champions League.
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