Atlético por la Gracia de Dios.

Quiero dedicar este blog a mi hermana pequeña Pilar, que está en el Tercer Anfiteatro del Calderón compartiendo grada con muchos de los nuestros. Va por ella. Va por ellos.

domingo, 21 de marzo de 2010

Por tierras lusas.




Pocas cosas hay más excitantes que un sorteo de Copa o de competición europea. En cuanto sale el cruce la gente empieza a moverse por vuelostirados.com o por alojamientocasibytheface.es; se llama a la pareja para saber qué días le quedan de vacaciones; se contacta con RRHH para ver qué hay de esos días que se deben de aquellas dos semanas en Costa de Marfil; se pregunta en el Club, donde por lo general no saben nada; se empiezan, en definitiva, a mover todos los hilos posibles e imposibles para hacer un desplazamiento de categoría.
Cuando sale un choque contra un equipo portugués todo este proceso se cumple al dedillo. Aunque el vuelo, inicialmente a 23,40 € (saliendo a las 7:00 del día del partido y volviendo a las 21:45 del día siguiente), termine costando 95 € si se espera un día y 235 € si se esperan dos semanas. Aunque la pareja diga que de vacaciones nada y de pedir días menos. Aunque en RRHH digan que tururú y haya que coger días del año sigiente. Aunque en el Club no se enteren ni del No-Do.
La gente se organiza de muy distintas maneras. Los hay que se pueden permitir el lujo de viajar en el avión del equipo. Los hay que prefieren viajar en avión, pero a su aire, y juntarse con la banda en destino (aquí me incluyo yo). Los hay que prefieren meterse un panzón de kilómetros en autobús y compartir infinidad de horas con amigos, cervezas, humo y humanidad (aquí me incluía yo). Los hay que prefieren cogerse el coche y tirar millas. Hay gente que buscando la manera más económica de ir en avión se pasa la semana viajando de una ciudad a otra. Hay gente que se busca viajes en tren, en barco, …. Servidor, nostálgico donde los haya, todas las temporadas hace algún viaje en autobús con sus amigos de siempre. Para recordar viejos tiempos más que nada, pues el cuerpo cada vez se resiste más. Sí les puedo asegurar, que la forma más ¿emotiva? de hacer un viaje es meterse en un autobús con 50 amigos.
Lo que está fuera de toda duda es que el sentir atlético se multiplica fuera de nuestro Sagrado Templo.

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Lisboa.
A las 10:15, día del partido, aterrizó nuestro avión. El día estaba nublado, lluvia amenazante, humedad y temperatura altas.
Tras un breve paso obligado por el hotel (es necesario dejar el par de cosas que se llevan para tener más movilidad en bares, restaurantes y terrazas), se empieza a desarrollar el plan concebido desde el día del sorteo.
Ésta es otra. De las quinientas cosas que se han planificado (paseos, tiendas, visitas, …) al final siempre se reducen a dos: soplar y comer. Como uno es asiduo de las visitas futboleras al país vecino, ya conoce lo esencial del país vecino: la cerveza, el vino verde y el bacalao dorada.
En cuanto uno comienza a ubicarse, empiezan las llamadas a la gente desplazada.
-¡Qué pasa tío! ¿Dónde estáis?
-Aquí, por el centro. En una terracita al lado de una estatua ecuestre.
-¿Y cómo se llama la calle?
Tras arduas investigaciones se sabe que el grueso de la tropa anda por la Praça da Figueira. Y hacía allí se encaminan decenas de atléticos. Una vez allí, cada uno busca y encuentra a su gente. Los hosteleros de la zona se frotan las manos. Los trapicheadores, también. Con los camareros portugueses cuidado: a la mínima te la lían.
Así se va a pasar la jornada antes de marchar al estadio: terraza, terraza y terraza. La visita al restaurante aquel, recomendado por varios amigos, terminará quedando para mejor ocasión. Eso sí, a mediodía hay que hacer un receso para comer un bacalao dorada. Esta gente lo borda, la verdad. Salvo este breve paréntesis, Super Bock y más Super Bock. Nadie se acuerda ya del partido. Mejor así, porque el equipo está como para confiar en él. Preocupaciones fuera.
Es incontable la gente con la que uno se encuentra. Amigos con los que compartimos fútbol y cervezas todos los fines de semana. Colegas de los que no sabíamos nada desde tiempos del Doblete. Y, sobre todo, muchos niños. Niños a los que sus padres deciden llevar como premio a unas buenas notas, como regalo de cumpleaños, como homenaje a los tostones que les hacemos padecer en Liga. Estos niños, este día, son los más felices del mundo mundial. De aquí a final de temporada serán los reyes de la clase, de su urbanización, de su clase. En los viajes los niños encuentran una explicación satisfactoria a la tontuna esa de “Papá, ¿por qué somos del Atleti?” Si la necesitaban, que yo creo que no.

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Y llega la hora de acercarse al José Alvalade. Unos van en autobuses de los viajes organizados, otros en taxi, los más en metro. Estos últimos se encontrarán con la desagradable sorpresa de un lapidamiento en toda regla por parte de unas cobardes sabandijas. Sabandijas que contaron, por otra parte, con la colaboración de una torpe, inútil e incompetente policía portuguesa. Espero que todo quedara en unos cuantos puntos y un susto más grande que Barcelona.
“Reviver Aljubarrota”. Con esta pancarta recibieron-nos os sportinguistas(¡han visto, eh!). No hacía falta tener muchas luces para intuir que Aljubarrota debió ser una derrota española a manos portuguesas. Efectivamente, los lusos (acompañados de sus inseparables amos ingleses) nos dieron (a las tropas castellanas) para el pelo en esta batalla hace más de seis siglos. Con esta pancarta intentaban animar a sus tropas, mas de poco les serviría.

Empieza el partido.
Y el Atlético sale bien. Al poco Agüero pone el 0-1 tras un muy buen centro de Antonio López. El Atlético manda totalmente sobre el terreno. El equipo está bien plantado. La cosa parece fácil. Pero no. Un agujero del mismo Antonio López, mal tapado por Álvaro Domínguez, permite un centro cómodo desde el extremo que Liedson remata con más comodidad todavía. Perea, conste en acta, andaba por ahí. Nadie sabe exactamente en qué estaba pensando, pero estaba.
Apretaron los lisboetas cinco minutos, pero el Atlético volvió a imponer su juego. Un gran pase de Reyes permitió a Agüero construir una obra de arte y poner el 1-2 en el marcador. Siguieron unos muy buenos minutos de toque, control y superioridad. La eliminatoria parecía sentenciada. Pero no. Una falta mal defendida en tiempo de descuento permitió al leñero Polga (¡qué patada le dio el animal al Kun!) marcar el empate y bajar la euforia de la confiada masa atlética. ¡Qué lección de empuje dio la Afición en esta primera parte!
Tras el descanso sólo salió el Sporting. El Atlético decidió esperar 25 minutos para entrar en el partido. Apretaron bastante el primer cuarto de hora, pero apenas tuvieron una ocasión muy clara que salvó magistralmente un gran David De Gea. Afortunadamente poco más le duró el empuje a los portugueses. Se engancharon entonces un par de contras que debieron dar por finiquitada la eliminatoria. Pero no. Se sufrió y hasta el final, más por el marcador que por el peligro del rival. Tras el pitido final se respiró. Por fin.
Lo que son las cosas: una buena primera mitad tuvo el mismo resultado de empate que una mala segunda.

Un par de anécdotas post-partido:
-Pernía, Salvio y Forlán hicieron unos cuantos ejercicios. Los desplazados aplaudieron a los tres, especialmente a Mariano. Sólo los argentinos se acercaron a agradecer los aplausos, lanzando, además, sus camisetas. Forlán, nada; a su aire. Algo raro le pasa al uruguayo. No está a gusto. En mi opinión debe salir del equipo ya. Y lo siento por él, pero tengo la impresión que tiene encabronada al resto de la plantilla.
-Un energúmeno vino a colgarse medallitas tras el encuentro. El personaje en cuestión tuvo poco menos que salir por piernas ante la bronca que se montó y los abucheos con los que estaba siendo recibido. El individuo era García Pitarch. ¡Que justa es la Afición!

Pero bueno, lo importante es que estamos en cuartos de final y que nos vamos a jugar el pase a semifinales contra el Valencia. Una eliminatoria que se presenta muy abierta y en la que, espero, el equipo va a dar el do de pecho. La Afición se lo merece.

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Tras el partido la mayor parte de los viajeros suele volverse. Pero unos cuantos decidimos quedarnos, ya no había vuelta de hoja, un poco preocupados ante los hechos acaecidos. El que suscribe estaba un poco “acangelado”, no nos vamos a engañar; así que decidió no tentar a la suerte y marchar al hotel a tomar las últimas cervezas del día, ver los resúmenes de la jornada y juntarse con otros atléticos. Entre éstos nos encontramos a un tío que nos vendría poco mal: Juan Carlos Aguilera. Uno siempre fue bastante crítico con él. Para mi chica, en cambio, era un ídolo. Hoy es un ídolo para ambos. Le acompañaba Roberto Fresnedoso, al que le han calado hondo nuestros Colores.

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Del partido de hoy contra el Mallorca del gran Gregorio Manzano (¡qué mal nos portamos con él!) no voy a comentar nada. Si ellos no juegan yo estoy en mi perfecto derecho de no escribir. Además, ya saben ustedes, este es un sitio de optimismo paranoíco y preferimos quedarnos con las cosas buenas.

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Así fue todo y así he intentado contárselo.
Se les quiere.
¡FORZA ATLETI!

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El tema de esta semana va dedicado a todos los desplazados a Lisboa.

8 comentarios:

qsP dijo...

Lisboa - Valencia - Lisboa y sin laterales.
¿Iba "mamao" el susín? ¿Llevaba piedras?
Ya firmaba un Aguilera y un Fresnedoso para esa banda derecha.
Se le quiere Sr. Marble.

Tomi Soprano dijo...

Don Pablo, aquí uno que le mandó un SMS el día del partido pero que le fue devuelto. Misterios de la puta telefónica.

Me alegro que se lo pasara usted bien y que no le pasara nada. No todos los pueden contar igual, como por ejemplo, un colega mío al que le partieron la nariz de un botellazo. Él y sus colegas (a su vez, amigos míos) ni vieron el partido, ni disfrutaron del día ni nada que se le parezca. Es más, habían pensado quedarse allí los tres días, pero se volvieron al día siguiente ya que el pibe de la nariz se encontraba hecho polvo. Por desgracia, al fútbol, a cualquier partido, hay que ir con mil ojos. Y aún así ...

Por último, una reflexión, ¿Merece o no merece la pena esto de la UEFA League? Y mira que me costó hacerle entrar en razón, camarada ...

Un fuerte abrazo, y no, no voy a hacer yo crónica hoy tampoco de lo de ayer. No merece la pena que pierda el tiempo y que intente desengrasar mi única neurona tras el recital que dimos ayer. Total, el temómetro tampoco lo iba a tocar ...

Jose Ramón dijo...

Entonces el bacalao bueno ¿no?

Fran Omega dijo...

Pues cuenta uno de los portavoces oficiales del Cluzz, el tal Picu Díaz en "As", que Susito volvió a repetir numerito ayer, en Palma. Y salió a saludar.

Yo es que no sé lo que tiene en la cabeza esa gente, la verdad. ¿O es que ahora toca ir provocando y sumando puntos, para un futuro discurso victimista?.

(Se le envidia, Don Paul, se le envidia mucho por el viaje).

Paul Marble dijo...

Don qnP: no llevábamos piedras, por desgracia. Nos las requisaron a la entrada.
Don Tomi: le devolvieron mi mensaje porque soy muy torpe con la tecnología y no activé no sé qué historia. Lo siento. Y sí, va molando la historia.
Don José Ramón: muy bueno.
Don Fran: me moló mucho la reacción de la gente.
A todos: nos vemos en Valencia.
Se me cuiden.

Jose Ramón dijo...

Yo a Valencia no voy.
Nos vemos en Hamburgo.

Pereira dijo...

Si voy a Valencia pierdo mujer y niñas y tal como esta la crisis uno no se lo puede permitir.

Como dice D. Jose Ramon, nos vemos en Hamburgo.

Buena Semana Santa y cuidado con el coche.

qsP dijo...

Pues el partido del Valencia lo veré en...Lisboa (manda huevos).